viernes, 14 de marzo de 2008

Un exemplo oriental:¡cuánta sabiduría!


Como podréis observar , se está despertando en mí una afición _quizás pasajera_ por el orientalismo , como consecuencia , quién sabe, de la bendita influencia del I Ching de estos días últimos... Por eso, aquí os dejo colgado (ya sabéis que me voy a la Gran Ciudad por unos días) un cuento oriental. ¡Cuánta sabiduría!

... Y es que a veces las cosas no son lo que pudieran parecer...


Una noche, a orillas del Nilo, una hiena se encontró con un cocodrilo. Ambos se detuvieron y se saludaron. La hiena dijo:
-¿Cómo vas pasando el día, Señor?
-Muy mal -respondió el cocodrilo-. A veces, en mi dolor y tristeza, lloro. Y entonces las criaturas dicen: "Son lágrimas de cocodrilo". Y eso me hiere mucho más de lo que podría contar.
Entonces la hiena dijo:
-Hablas de tu dolor y de tu tristeza, pero, piensa por un momento en mí. Contemplo la belleza del mundo, sus maravillas y sus milagros y, llena de alegría, río, como ríen los días. Y los pobladores de la selva dicen: "No es sino la risa de una hiena".

1 comentario:

Miguel Ángel dijo...

Observo que has mejorado en tu afán creativo, la verdad es que es, estéticamente, mucho más bonito. Entra por la vista, y luego, cuando lo lees, y lo entiendes, te llena de sentimientos, contradictorios, positivos, negativos; sentimientos al fin y al cabo.
No sé muy bien como te ha ido en tu urbe favorita, a ver cuando me cuentas ese "pero".
Niño, hablamos pronto.
Un abrazo.