domingo, 30 de marzo de 2008

La etiología del desamor...(I)


Definimos el amor como algo sublime.

Y el desamor... ¿en qué lugar queda?

Vivimos rendidos ante las magnificencias y virtudes del amor: escribimos, leemos, adoramos los efectos de este dios desde hace siglos ...Los mismos siglos que llevamos blasfemando contra el antagónico desamor, del que es tan difícil explicar sus causas. Del desamor sólo nos preocupa su veneno.
De nuevo, David Hidalgo, el Poeta, nos ofrece su visión sobre el (des)amor y sus (d)efectos:



El amor es usar desodorante,
peinarte bien, plancharte la camisa,
dar al espejo tu mejor sonrisa,
bajar las escaleras galopante;
con bombones o flores por delate,
parecer puntual, llegar con prisa,
esperarla, salir, tirar de visa
en el cine, en el pub, el restaurante;
recibir por la noche tu castigo:
un beso en la mejilla: eres su amigo;
desear que un cuchillo se te clave,
maldecir amistades tan fraternas
y volver con el rabo entre las piernas.
Esto es Amor. Quien lo probó, lo sabe.

domingo, 23 de marzo de 2008

Haciendo cola...


Siempre que voy a la Gran Ciudad mis sentidos se saturan de información. Pero lejos de resultar una saturación equiparable a un estado de ansiedad común y corriente, se trata de una acumulación de sensaciones e impresiones que llegan incluso a inspirarme algún que otro relato que tengo a medio escribir por aquí y por allá... (Pero este es otro tema...)
Todo ocurrió mientras esperaba en la cola de la estación de Atocha...
Saqué número _es lo preceptivo para que te atiendan_ y esperé...esperé hasta una hora y media que pareció toda una eternidad. En ese eterno intervalo de tiempo, me topé con gentes variopintas, movidas en unas ocasiones por la desesperación; en otras, por la desinformación ; en otras, sólo por la imperiosa necesidad de esperar_ese era mi caso_. De entre todas estas gentes, hubo una persona que me hizo despegar la vista de la pantalla en la que se reflejaba el incesante ir y venir de números... Allí estaba. Era un chaval al que la antedicha pantalla le dio la venia, motivo por el cual se me colocó delante, en el mostrador. Hasta aquí, todo normal; de no ser porque el muchacho llevaba una camiseta en cuya espalda se podía leer:
" ¿ De dónde sacará las pelas
la Luna para salir
todas las noches?"
Me pareció tan original...
Seguro que en alguno de esos relatos que tengo por aquí y por allá a medio escribir, haré referencia a esta pregunta retórica. ¿Por qué no? A fin de cuentas, en la literatura actual todo _casi todo_ es intertextualidad, ¿no?

viernes, 14 de marzo de 2008

Una notte a Napoli...(Pink Martini).

Un exemplo oriental:¡cuánta sabiduría!


Como podréis observar , se está despertando en mí una afición _quizás pasajera_ por el orientalismo , como consecuencia , quién sabe, de la bendita influencia del I Ching de estos días últimos... Por eso, aquí os dejo colgado (ya sabéis que me voy a la Gran Ciudad por unos días) un cuento oriental. ¡Cuánta sabiduría!

... Y es que a veces las cosas no son lo que pudieran parecer...


Una noche, a orillas del Nilo, una hiena se encontró con un cocodrilo. Ambos se detuvieron y se saludaron. La hiena dijo:
-¿Cómo vas pasando el día, Señor?
-Muy mal -respondió el cocodrilo-. A veces, en mi dolor y tristeza, lloro. Y entonces las criaturas dicen: "Son lágrimas de cocodrilo". Y eso me hiere mucho más de lo que podría contar.
Entonces la hiena dijo:
-Hablas de tu dolor y de tu tristeza, pero, piensa por un momento en mí. Contemplo la belleza del mundo, sus maravillas y sus milagros y, llena de alegría, río, como ríen los días. Y los pobladores de la selva dicen: "No es sino la risa de una hiena".

lunes, 10 de marzo de 2008

I Ching... el destino nos ha unido (en la Sierra del Segura)


Recién llegado del corazón _casi selvático_ de la Sierra de Jaén, no puedo por menos que plasmar en mi bitácora algunas de las vivencias y recuerdos de este fin de semana apotéosico...

De entre todas esas vivencias, me centro en una que ha tenido gran aceptación: el I Ching , que Pablo, el más cosmopolitano de todos mis amigos, está consiguiendo integrar cada vez más en nuestros multitudinarios encuentros.
El I Ching es un sistema de interpretación _otros dirían de adivinación: yo no_ de las grandes líneas maestras de nuestro destino. Se trata de agitar con intensidad _pero sin fiereza_ un cubículo con doce varillas de madera numeradas. Se han de obtener dos números: uno en cada una de las dos "agitaciones" que se realizan con el cubilete (solo podrá salir una varilla en cada intento). La conjunción de los dos números nos lleva a un "dictamen" que contiene (a modo de sentencia y en un lenguaje que encierra no poca ambigüedad) las claves para interpretar la respuesta a las preguntas sobre el presente, pasado o futuro que deseemos formular... Es infalible: os lo digo yo.
Hasta Borges le dedicó un poema a este ancestral método de interpretación, que reproduzco a continuación.


El porvenir es tan irrevocable
como el rígido ayer.
No hay una cosa que no sea una letra silenciosa
de la eterna escritura indescifrable
cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja
de su casa ya ha vuelto.
Nuestra vida es la senda futura y recorrida.
El rigor ha tejido la madeja.
No te arredres. La ergástula es oscura,
la firme trama es de incesante hierro,
pero en algún recodo de tu encierro
puede haber una luz, una hendidura.
El camino es fatal como la flecha.
Pero en las grietas, está Dios que acecha.


En realidad, todo esto del I Ching ha sido una excusa para agradecer a todos los que han hecho posible que el encuentro de este fin de semana haya sido posible. No quiero que se me olvide nadie... Deseo que mi agradecimiento más sincero llegue a Marga, Paco, Luis, Toni, Ana, Vicente, Salva, Pilar, Angie-Jesús-Mateo (mi Sagrada Familia), Agus, Ana, Begoña-Pablo (mis hermanos putativos), Tere, Ani (mi águila "leonada"), Edu, Carlos , Cati (mi Cata)...

¿... Tanto me debe el destino, que me paga con estas vivencias y con estas personas?

domingo, 2 de marzo de 2008

La buena educación...


Acabo de rellenar una instancia en la que se me pide la muy difícil labor de expesar el cuerpo profesional al que pertenezco. Yo me aprendí_ cuando tenía buena memoria_ que pertenecía al 590, cifra que coincide con la del cuerpo de Profesores de ¿Enseñanaza/Educación? Secundaria. Sinceramente, nunca he tenido claro si soy profesor de Enseñanza o de Educación, y, aunque pueda parecer algo trivial (ya adelanto que en nuestra lengua, los sinónimos puros no existen), os aseguro que no lo es.

Desde que empecé a ejercer en este cuerpo 590, no he dejado de sorprenderme ni un solo día de los atentados perpetrados contra la más elemental_ y necesaria_ educación, dentro y fuera del aula; aquí y allá... Y es que la enseñanza es a la educación, lo que la buhardilla a un dúplex, ¿cómo podremos subir tan alto si hemos construido nuestro chalé sin escaleras? Pues eso digo yo: ¿de qué nos sirve enseñar la proporción áurea, la armonía en el color, las partes de una planta o la obra de Lope de Vega, si las nociones más básicas de convicencia y respeto a los demás brillan por su ausencia?
No retomaré en esta ocasión el tan traído y llevado argumento de "¡oh, cuánto hemos cambiado...! " Esta es la realidad con la que nos topamos a diario. Busquémosles los responsables que queramos _ al final , todos tendremos que entonar con mayor o menor fiereza nuestro particular "mea culpa"_ pero estar, ahí está: como la capa de ozono, cada vez más quebradiza...
Necesitaría un blog infinito para contar y abominar de esta enfermedad contra lo más elemental ; enfermedad, que acabará enterrando a la maltrecha Cultura General y que nos obligará a vestir un inacabable luto _la verdad es que ya vestimos un medio luto, como diría David Hidalgo, el poeta_.
Afortundadamente, quedan aún quienes no cejarán en el intento de reanimar este sistema, que luchan día a día porque esta muerte anunciada se ralentice . Es a todos estos profesionales a los que va dedicada esta entrada de mi blog_que es el vuestro_ , muy especialmente a Esther García _de la que aprendí toda la Sintaxis que sé y que enseño, entre otras cosas muy valiosas_ y a Concha que pelea a diario (y desde hace mucho) para que la "esoización" no nos emponzoñe a todos los que tenemos que levantarnos a diario con esta duda de si enseñamos o educamos ; y lo hace inculcando la necesidad del rigor y del esfuerzo como base de la superación y de la madurez. Impagable labor la vuestra...
Por cierto, al final, en la instancia he escrito: "Profesores de E. Secundaria":solución salomónica. Mientras tanto, intentaré ir descubriendo si educo más que enseño o si es todo lo contrario.
Siempre vuestro...