viernes, 29 de febrero de 2008

De amor y magia (I)...


El amor y la magia han sido una constante en la literatura, un motivo fundamental , una fuente de inspiración que ha impregnado páginas de grandes e inolvidables obras fundamentales de la literatura universal de todos los tiempos ( y de las que hablaremos, por supuesto)... De amor y magia os quiero hablar en esta ocasión, y qué mejor ejemplo que el microcuento de un gran narrador (para mí, sin duda , uno de los mejores de la literatura contemporánea): el italiano _nacido en Cuba_ Ítalo Calvino. En él la magia obra el milagro: el amor _ese que persiste incluso después de la muerte_ ata a Carlomagno al recuerdo indeleble de su joven amada y al lago de Costanza. Angie querida: ¿hasta cuándo pospondremos este viaje _necesario_ a la Selva Negra y a este lago, escenario de una historia tan bella?...

"El emperador Carlomagno se enamoró, siendo ya viejo, de una muchacha alemana. Los nobles de la corte estaban muy preocupados porque el soberano, poseído de ardor amoroso y olvidado de la dignidad real, descuidaba los asuntos del Imperio. Cuando la muchacha murió repentinamente, los dignatarios respiraron aliviados, pero por poco tiempo, porque el amor de Carlomagno no había muerto con ella. El Emperador, que había hecho llevar a su aposento el cadáver embalsamado, no quería separarse de él. El arzobispo Turpín, asustado de esta macabra pasión, sospechó un encantamiento y quiso examinar el cadáver. Escondido debajo de la lengua muerta encontró un anillo con una piedra preciosa. No bien el anillo estuvo en manos de Turpín, Carlomagno se apresuró a dar sepultura al cadáver y volcó su amor en la persona del arzobispo. Para escapar de la embarazosa situación, Turpín arrojó el anillo al lago de Constanza. Carlomagno se enamoró del lago Constanza y no quiso alejarse nunca más de sus orillas".

lunes, 25 de febrero de 2008

Portovenere, una ciudad de ensueño, hecha poesía...



Releer el poema de mi buen David Hidalgo sobre Portovenere y la Grotta de Lord Byron (desde allí se lanzó al vacio este poeta del Romanticismo) me retrotrae a aquella visita por le Cinque Terre que hicimos un numeroso, heterogéneo y sin embargo entrañable grupo de "turistas" , movidos todos por este amor paroxístico por la cultura italiana . De entre todas las cosas que disftutamos en aquel viaje _sin duda las vivencias en aquel Casale al Controni fue el mayor de los aciertos ¿o no, Yiyo y Lola?_ la estancia en este bellísimo lugar , caminar por su puerto, visitar su iglesia medieval e incluso refrescarnos en alguna de sus cristalinas playas me marcó de forma definitiva y especialísima. A David debió de pasarle lo mismo, hasta el punto de que su estancia allí, junto al acantilado y la llamada Gruta de Lord Byron le sirvieron de inspiración para escribir este poema , que, como siempre, os regalo a todos _con permiso del autor_ . Disfrutadlo, saboreadlo y quien no haya tenido la suerte de visitar este enclave, que pida al destino el deseo de poder respirar la brisa de esta ciudad ...


Portovenere. Amanece.
La luz muerde apenas
las manzanas oscuras de la noche
y sangran sus encías
tiñendo de amenaza la sonrisa
que entre el agua y el cielo
clava el diente.
Buscando la belleza en las fuentes de su origen,
un joven inglés se arroja al agua.
Como es joven y es poeta,
se huelga recogiendo el desafío de las olas
que lo palpan sin guantes,
que lo abrazan con prisa,
que se beben los vientos que traía en su boca.
No es su brazo tan fuerte que no sufra
el rigor de las aguas,
que adelantan los codos para el pulso
y, por turnos,
revientan en espuma
como puños que quedan en palabras.
Es el mar y sus gallos de pelea,
que se arrancan la cresta a borbotones.
Es la mar
que menea sus volantes
seduciendo al atrevido nadador,
poniendo frenoal vigor de la osadía en movimiento.
Buscando la belleza en las fuentes de su origen,
un joven inglés sucumbe al agua.
Cae al fondo
y, en el último momento,
una mano que lo arrastra a tierra.

Y el aliento de Venus en su espalda.

De nuevo entre vosotros...("LUZ", Antonio Machado)


De nuevo entre vosotros, queridos todos... No pensaríais que después de haber descubierto este fenomenal medio de interacción iba a abandonar por un fallo técnico... Pues nada de eso. Y para reinaugurar este nuestro espacio os regalo a todos un poema de Antonio Machado. Estoy seguro de que lo disfrutaréis tanto como yo, por eso es lo merecéis...


¿Será tu corazón un harpa al viento,

que tañe el viento?... Sopla el odio y suena

tu corazón; sopla tu corazón y vibra...

¡Lástima de tu corazón, poeta!

¿Serás acaso un histrión, un mimo

de mojigangas huecas?

¿No borrarán el tizne de tu cara

lágrimas verdaderas?

¿No estallará tu corazón de risa,

pobre juglar de lágrimas ajenas?

Mas no es verdad... Yo he visto

una figura extraña,

que vestida de luto —¡y cuán grotesca!—

vino un día a mi casa.

—«De tizne y albayalde hay en mi rostro

cuanto conviene a una doliente farsa;

yo te daré la gloria del poeta,

me dijo, a cambio de una sola lágrima».

Y otro día volvió a pedirme risa

que poner en sus hueras carcajadas...

—«Hay almas que hacen un bufón sombrío

de su histrión de alegres mojigangas.

Pero en tu alma de verdad, poeta,

sean puro cristal risas y lágrimas;

sea tu corazón arca de amores,

vaso florido, sombra perfumada».